Son muchas las personas que tienen un concepto muy negativo de la palabra “tradición”. Es más hay los que piensan que nada de positivo puede haber o encontrarse en el uso de la palabra “tradición” fuera del lenguaje bíblico, y mucho menos en el conjunto de los libros que conforman la Biblia. Sin embargo, sin lugar a dudas, me atrevo a decir que esta idea se basa en una información incompleta o prejuiciada (si no es las dos cosas a la vez).
En este trabajo lo que me propongo es demostrar que hay ciertamente un uso negativo (quizás el más popular), pero igualmente un uso positivo de la palabra “tradición” en la Biblia. Como siempre, he procurado presentar un enfoque crítico y lo más objetivo que me sea posible.
Metodológicamente comenzaré por considerar el concepto de “tradición” que nos dan los diccionarios de la lengua española o castellano, luego analizo la cuestión a nivel de la lexicografía y lenguaje propiamente bíblicos. Como conclusión incluyo una serie de postulados a manera de resumen, coherentes con todos los elementos y argumentos considerados en el cuerpo de este trabajo.
Manos a la obra!
I) Definición y concepto de “tradición” según léxicos castellanos
1) Diccionario español de la Real Academia Española:
Tradición (Del lat. traditĭo, -ōnis).
1. f. Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación.
2. f. Noticia de un hecho antiguo transmitida de este modo.
3. f. Doctrina, costumbre, etc., conservada en un pueblo por transmisión de padres a hijos.
4. f. Elaboración literaria, en prosa o verso, de un suceso transmitido por tradición oral.
2) Diccionario de las ciencias humanas dirigido por Feliciano Blázquez, publicado por Verbo divino, 1997:
“Tradición: Del verbo latino “tradere” (entregar), transmisión de generación en generación del patrimonio cultural de un pueblo. Esta transmisión fiel del conjunto de creencias, costumbres e instituciones colectivos, realizada primero de modo oral y, después, por escrito, ha permitido la supervivencia de los grupos.”
II) El concepto “tradición” en dos diccionarios bíblicos
1) El Nuevo Diccionario Bíblico Certeza:
“Tradición (griego paradosis). Aquello que se transmite, particularmente enseñanzas transmitidas por un maestro a sus discípulos. El concepto está presente con frecuencia aun cuando no se mencione la palabra. Las referencias principales en los evangelios aparecen en Mateo 15 y Marcos 7, y se relacionan con la tradición judía”.
2) El Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, publicado por Caribe en 1998 (Wilton M. Nelson editor general y Juan Rojas Mayo editor de la versión revisada y aumentada):
“Tradición Traducción de la voz griega, paradosis, que significa «cosa entregada». Se refiere a la enseñanza que el maestro transmite oralmente al discípulo. En el Nuevo Testamento tiene un sentido bueno (1 Co 11.2; 2 Ts 2.15; 3.6) y un sentido malo (Mt 15.6; Mc 7.8; Col 2.8).
Tradición Judía
La transmisión de un patrimonio religioso a través de una serie de intermediarios era muy común en el Antiguo Testamento. Gran parte del Canon tomó forma escrita solo tras una larga historia oral. Aun cuando un escrito ya había alcanzado su forma definitiva, la tradición siguió afectándolo, al menos en la comprensión popular. Los sacerdotes y escribas transmitieron a los fieles, como un depósito sagrado, la Torá (doctrina y práctica; 1 S 1.3; Jue 17.7, 13; Dt 17.18; cf. el caso de Esdras en Neh 8.7ss). Con los años surgieron tradiciones rabínicas (Mishnah, Talmud), repetidas con exactitud casi mecánica, que a veces reflejaban fielmente la intención divina, pero muchas veces no. Ya en el siglo I d.C., estos comentarios gozaban en los círculos de enseñanza de igual respeto que las Escrituras, aberración que Jesucristo criticó aunque Él mismo no desechó toda tradición judía (Mc 1.44; 11.16).
Tradición Cristiana
Todos los Evangelios dependen de la transmisión oral, de la tradición predicada. Muchas comunidades continuaron la práctica judía de conservar preciosos dichos, relatos e instrucciones, puestos al día y aplicados a sus necesidades locales; pero, para los cristianos, la persona de Jesucristo era el enfoque nuevo y último de la revelación divina. Pablo, quien conocía los métodos judíos de enseñanza (Hch 22.1ss; 26.3ss), entregó exactamente lo que otros le transmitieron cuando él se convirtió (1 Co 11.23; 15.3). La expresión «recibí del Señor» se refiere, no a una visión particular, sino a una tradición cuyo origen se remonta directamente a Jesucristo. En 1 Co 15.1–12 se recalca que la tradición cristiana es el evangelio, generalmente predicado, cuya historicidad la garantizan testigos oculares. Todo este capítulo ilustra, sin embargo, que la tradición no consta solo de datos históricos sino también de la interpretación teológica de estos datos.”
Por las definiciones que nos ofrecen las fuentes mencionadas, no podemos decir que la palabra “tradición” exprese o connote en sí o de por sí un concepto negativo.
¡Hasta mañana con el favor de Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario