A mediados del año 2010 salió al mercado una versión más de la Biblia, la llamada “Nueva Traducción Viviente (NTV), y con el lema “Biblia Vida Abundante”.
La publicación de esta nueva versión de la Biblia fue el resultado de los esfuerzos de la muy conocida “Tyndale House Fundation” (conocida popularmente en castellano como “Casa Tyndale”). Puedo decir que este proyecto inició en concreto en el año 2001, cuyo objetivo principal era traducir al castellano y por completo, la versión de la Biblia conocida originalmente en Inglés como “New Living Translation”, publicada en el año 1996 por la misma Casa Tyndale.
Puedo decir con propiedad, pero con mucha humildad también, que gracias a Dios tuve el privilegio de estar en el equipo original de los estudiosos de los idiomas originales de la Biblia, equipo que tendría la responsabilidad de revisar la calidad de la traducción de dicha versión, precisamente a nivel de los idiomas originales de la Biblia. De esta manera me convertí en el primer estudioso dominicano de la Biblia en participar titular y formalmente en un proyecto de traducción bíblica. Dentro de esa responsabilidad me tocó la revisión de algunos libros tanto del AT como del NT.
Ahora bien, ¿por qué una versión castellana más de la Biblia? ¿No son ya suficientes?
Antes de pasar a responder en detalle las dos preguntas planteadas, quiero puntualizar tres cosas:
En primer lugar, lo primero a tener en cuenta es que esta nueva versión castellana de la Biblia no es ya el resultado de un dedicado y esforzado proyector personal de un traductor que personalmente asume una empresa como esta, como ocurrió con Jerónimo (a finales del siglo IV y a principios del V, E.C.), Juan Wycliffe (que tradujo la Biblia completa al inglés en el año 1382), William Tyndale (que tradujo la Biblia al inglés en el año 1526), Martín Lutero (quien tradujo el NT al alemán el en año 1522, y luego la Biblia completa en el año 1534), Juan Calvino (1509-1564, del cual se afirma que tradujo por lo menos el NT al francés), Casiodoro de Reina (tradujo la Biblia completa al español en 1569) y Cipriano de Valera (que publicó una revisión de la obra de Casiodoro de Reina en el año 1602).
En segundo lugar, que esta nueva versión de la Biblia ha sido el resultado de la participación de un equipo de estudiosos y especialistas en distintos campos, auspiciado por la Casa Tyndale. Es más, en la página del Copy Right de dicha versión, textualmente se afirma: “Todo el texto bíblico ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Fundation, 2008, 2009, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc. 351 Executive Dr. Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.”
En tercer lugar, que la historia de la “Nueva Traducción Viviente” (NTV) hay que retrotraerla a la publicación en castellano del “Nuevo Testamento Viviente” publicado por la Liga Bíblica Mundial del Hogar en 1972, más conocido por su lema “Lo más importante es el amor” (traducción basada de la original versión en inglés de The Living Bible). La publicación de este nuevo testamento se hizo con los debidos permisos de Tyndale House Publishers, pues son suyos los derechos reservados.
Ahora así, ¿por qué una versión castellana más de la Biblia? ¿No son ya suficientes?
Antes de responder la pregunta respecto al porqué de una nueva versión de la Biblia, quiero dejar bien claro lo siguiente. La afirmación de que ya son suficientes las versiones de la Biblia que hay, sencillamente evidencia un desconocimiento de los factores históricos, sociales, lingüísticos, culturales y religiosos que las hacen necesarias.
Paso abordar las posibles razones que explican el origen de una versión más de la Biblia.
La razón de una versión más de la Biblia, en el idioma que fuere, está determinada por distintas razones. Algunas de ellas son: 1) Traducir la Biblia completa, o una parte de ella, como por lo general se estila como primera etapa, a un idioma al cual no se había vertido. 2) Publicarla como una revisión en un idioma al cual ya se había vertido previamente, por razones de la evolución del idioma, para su puesta al día en términos textuales, terminológicos, y del léxico, etc. Por otro lado, una revisión podría incluir ciertos cambios estilísticos, el agregar material suplementario (como ilustraciones, notas al margen, glosarios, índices, tablas de pesos y medidas, tablas cronológicas, mapas, etc.).
También puede suponer ciertos cambios en cuanto al público al que esté dirigida. 3) La publicación de una Biblia como una revisión propiamente, puede implicar algunos cambios respecto a algunas características tradicionales de una versión, al margen de si reproduce o no, básicamente el mismo texto. Por ejemplo, consideremos dos cambios notables que se dieron en la Reina Valera 1995 con relación a la Reina Valera 1960: a) Mientras que la RV 1960 (AT y NT) evitó la traducción “sábado” (y en un pequeño libro publicado aparte, hasta se justificó el no emplearla); no obstante, en la RV 1995 sí se usó. De esta manera en la RV 1995 se eliminó la abundante y tediosa llamada, respecto a la expresión “día de reposo”, como “aquí equivale a sábado”. Véase como ejemplo, Éxodo 16.23, 25, 26, 29; Mateo 12.10 y 11); b) Cambió la expresión “reyes y sacerdotes” por la más correcta “reino y sacerdotes” en Apocalipsis 5.10.
De todos modos, una nota curiosa es que en la RV 1995, por lo menos en la versión de estudio, con una llamada se le avisa al lector (a) que un versículo o expresión no está en los mejores manuscritos, y aun así conserva dicho versículo o expresión, como para no alejarse demasiado de la tradición textual reflejada en la RV 1960.
Quiero citar dos casos concretos: Mateo 17.21, donde la RV 1995 aclara que dicho versículo no se encuentra en los mejores manuscritos (“Pero este género no sale sino con oración y ayuno”); sin embargo, aun así lo conserva. El segundo caso es Mateo 20.16, donde se le avisa al lector (a) que la frase “porque muchos son llamados, pero pocos escogidos” no está en los mejores manuscritos, y aun así la mantiene.
Un último ejemplo del alejamiento de la tradición textual (en cierta forma) de la Reina Valera 1960 (si bien con la pretensión de mantenerse como digna representante de dicha tradición), la encontramos en la Reina Valera Actualizada 2006, publicada por la Editorial Mundo Hispano. El punto en cuestión tiene que ver con la traducción del tetragrama, las cuatro consonantes hebreas del sagrado nombre del Dios de la Biblia (YHVH - YHWH). Para la edición del año 2006, los editores explican que tomaron la decisión de no traducir “Jehováh" (que es realmente una transliteración y no traducción del tetragrama), como lo habían hecho originalmente para el año 1989. A partir de la edición del año 2006, la versión Reina Valera Actualizada adopta al respecto la postura de la Versión Popular Dios Habla Hoy, y de la Nueva Versión Internacional, al traducir “Señor” en lugar de “Jehová”, y “Señor Dios” en lugar de “Jehová Dios”.
Otra razón por la que puede publicarse una versión más de la Biblia es porque una determinada casa editorial decide llevar más lejos un proyecto que originalmente era de menor alcance. Por ejemplo, la Casa Tyndale publica en 1972 el Nuevo Testamento Viviente (lo más importante es el amor, traducción de la llamada The Living Bible). Luego publica la Biblia completa (1996) de la que el Nuevo Testamento Viviente sólo fue la primera etapa, pero sólo en inglés. Y para el año 2001 inicia el proceso de traer al castellano la Biblia completa de 1996, la New Living Translation, proceso que culminó en el año 2010. Esta es, pues, la historia y razón de la Nueva Traducción Viviente” (Biblia vida abundante, NTV), año 2010.
El método de la Nueva Traducción Viviente” NTV (Biblia Vida Abundante), año 2010
Como muy bien lo explica el prefacio del “Nuevo Testamento Viviente” (Lo más importantes es el amor), el método empleado en el mismo es la paráfrasis. Ahora bien, la paráfrasis, como método de traducción (aunque en sí no es un método de traducción), es tan peligrosa que, aun los editores de la versión “Lo más importante es el amor”, en el prefacio de una edición revisada y publicada en el año 1976, afirman textualmente lo siguiente: “En una paráfrasis hay muchas ventajas, pero también hay peligros. Cada vez que es necesario parafrasear, existe la posibilidad, por muy buenas intenciones que se tengan, de expresar algo que el escritor no tenía en mente. Esto se debe a que no sólo entra en juego el don de simplificación del que realiza el trabajo, sino también su trasfondo teológico y su comprensión del pensamiento del autor. Cada vez que el griego no está claro, hay que acudir a la teología y a la lógica si se quiere que el pensamiento no quede oscuro.” Es más, en la introducción de la misma versión citada, firmada por alguien que se identifica como Padre Keith Clark, O.F.M. Cap., se afirma: “Tal vez en mayor grado que otras traducciones, ésta (y todas las que se hacen bajo este mismo método de traducción, digo yo) no puede usarse como base para discusiones doctrinales o de tradición. Más que cualquier otra versión, ésta libremente se aleja de la traducción literal de las formas de expresión que se presentan en las lenguas originales”.
De todos modos no quiero que perdamos de vista el hecho de que la equivalencia formal no necesariamente es el mejor método de traducción.
Quizás la objeción mayor que se le hace a la paráfrasis es que pone al lector (a) en la triste condición de no conocer qué es lo que estrictamente forma parte de lo que podemos llamar texto puro y cuál es la ampliación, cuál es el sentido del texto original y cuál es posiblemente el nuevo sentido que adquiere en la traducción.
Ahora bien, si bien el llamado Nuevo Testamento Viviente (Lo más importante es el amor) fue traducido básicamente como una paráfrasis, parece que conscientes de las dificultades que supone la paráfrasis como método de traducción, es que se da, por lo menos en teoría, cierto alejamiento al respecto en la NTV. Precisamente en la introducción de la Nueva Traducción Viviente NTV (Biblia Vida Abundante) se explica que en ésta se procuró hacer una combinación de la equivalencia formal y la equivalencia dinámica o funcional. Cito “Los traductores de la Nueva Traducción Viviente (NTV) se propusieron transmitir el mensaje de los textos originales de las Escrituras en un idioma contemporáneo claro. Al hacerlos, tuvieron presente tanto los intereses de la equivalencia formal como de la equivalencia dinámica”.
A pesar de lo dicho en la referida introducción, me gustaría hacer una breve comparación de la traducción de un mismo pasaje en el Nuevo Testamento Viviente (Lo más importante es el amor), una paráfrasis; y la Nueva Traducción Viviente NTV (combinación de equivalencia formal y dinámica, según sus editores). El pasaje a comparar es Gálatas 2.6b sección donde el texto griego tiene la expresión “prósopon theós anthrópu u lambánei” que por equivalencia formal, al estilo de una traducción interlinear, debe traducirse: “cara, Dios, de ser humano no recibe”. Pero por equivalencia dinámica “Dios no hace acepción de personas.”
Observemos ahora cómo tradujo el Nuevo Testamento Viviente (paráfrasis): “Porque delante de Dios todos somos iguales”.
Observemos a continuación la traducción de la Nueva Traducción Viviente (NTV) (combinación de equivalencia formal y dinámica): “Porque Dios no tiene favoritos.” ¿Se nota la mejora en la traducción? ¿Verdad?
En resumen, podemos decir que ciertamente el texto de la Nueva Traducción Viviente (NTV) es mejor y mucho más confiable que la del Nuevo Testamento Viviente (Lo más importante es el amor), su más antiguo antecesor en castellano.
Una queja personal
Si bien he dicho que hubo un equipo de estudiosos de los idiomas bíblicos que revisó la calidad de la traducción de la NTV (equipo del cual formé parte, titular y formalmente); no es menos cierto que las decisiones finales dependían del Comité Editorial. Esto significa que a pesar de las sugerencias exegéticas y textuales de los estudiosos de los idiomas bíblicos, lo cierto es que en muchos casos algunas sugerencias nuestras fueron desestimadas. Un caso concreto que quiero mencionar aquí tiene que ver con el nombre con que creo y defiendo que se debe identificar la epístola o carta universal de “Santiago”.
Personalmente sugerí, basado en el texto griego, que debíamos dar el paso que ya había dado la llamada “Biblia Textual”, al dejar claro en el título y en la traducción que la epístola o carta debe llamarse “Jacobo”, “De Jacobo” (“Iákobos”, como realmente dice el griego, tanto en el título de la carta como en el versículo uno (1) del capítulo uno (1)).
A pesar de toda mi argumentación, el Comité Editorial de la Nueva Traducción Viviente (NTV) desestimó mi sugerencia, y tradujo así: “Yo, Santiago…” (1.1).
Algunas fortalezas que quiero destacar
1) La forma en que la NTV traduce el tetragrama, las cuatro conocidas consonantes hebreas del sagrado nombre del Dios de la Biblia, o sea, YHVH o YHWH. De esta forma se identifica con la postura de la versión Reina Valera Actualizada, la Versión Popular Dios Habla Hoy, y de la Nueva Versión Internacional, al traducir “Señor” en lugar de Jehová”, y “Señor Dios” en lugar de “Jehová Dios”.
2) La NTV no incluye la añadidura o adición que muestra la Reina Valera 1960 y la 1995, o sea, el versículo 21 de Mateo 17 (“Pero este género no sale sino con oración y ayuno”). Esto así, pues como ya dije, dicho versículo no se encuentra en los mejores manuscritos.
3) La NTV no incluye la añadidura o adición que sí muestran la Reina Valera 1960 y la 1995 en Mateo 20.16, es decir, la frase “porque muchos son llamados, pero pocos escogidos”; que tampoco se la encuentra en los mejores manuscritos.
4) La NTV cambió la expresión “reyes y sacerdotes” (Reina Valera 1960) por la más correcta “reino y sacerdotes” en Apocalipsis 5.10, como la Reina Valera 1995, la Versión Popular Dios Habla Hoy, y la Nueva Versión Internacional, entre otras.
5) La NTV usa el modo indicativo (Ustedes estudian las Escrituras), y no el modo imperativo como la Reina Valera 1960 y 1995, entre otras (Escudriñad las Escrituras), en Juan 5.39.
6) La NTV no incluye la añadidura o adición que muestra la Reina Valera 1960 y la 1995, en 1 Juan 5.7 y 8, o sea, la frase “en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno” (versículo 7); y la expresión “Y tres son los que dan testimonio en la tierra” (versículo 8).
Conclusión: La Nueva Traducción Viviente (NTV) es una versión confiable, buena y recomendable para su uso tanto a nivel de un estudio devocional (más bien “lectura devocional”) y para el estudio formal y sistemático de la Biblia.
Como ya lo he dicho antes, no hay siquiera una versión de la Biblia que sea perfecta, y la Nueva Traducción Viviente (NTV) no es la excepción; sin embargo, tal y como me he expresado respecto a las demás, la NTV puede ser usada en un estudio serio y comparativo de la Biblia. Será, pues, caso por caso, como lo he dicho también con relación al resto de las versiones de la Biblia; repito, en un estudio serio y comparativo, que se irán confirmando o demostrando sus particulares fortalezas y peculiares flaquezas. La Nueva Traducción Viviente (NTV) tiene el derecho a ser leída sin prejuicios ni sospecha alguna.
Esta versión, como todas las demás, tiene algo qué aportar, y sería bueno que no lo perdiéramos.
¡Bienvenida sea, y en hora buena, la Nueva Traducción Viviente (NTV)!
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