sábado, 5 de marzo de 2011

“¡No pronunciarás el nombre de YHVH tu Dios!”

¿De verdad? ¿Quién dijo eso? (1 de 2)

Después de haber explicado el recurso implementado en la vocalización masorética del tetragrama, tendente a la reflejar y conservar la tradición recibida de no pronunciar el nombre sagrado del Dios del pueblo hebreo; en este artículo quiero analizar si realmente hubo en el mismo texto del Tanaj algún principio o disposición, alguna evidencia textual que explique o justifique tal tradición, o que por lo menos deje entrever la existencia de dicha tradición en los tiempos bíblicos mismos.

Para tal fin, voy a considerar no sólo textos que forman parte de la llamada “época mosaica” (la Toráh o Pentateuco), sino también evidencias textuales de las dos últimas secciones del Tanaj o Biblia hebrea (el AT), la de los neviím (los profetas), y los ketuvím (los escritos).

Como procedimiento, lo que haré es verificar en cada sección del Tanaj (de acuerdo a la estructura propia del Tanaj, el AT hebreo, y no según nuestras Biblias, pues existen diferencias en este sentido), en primer lugar, la existencia de alguna disposición que condenara el uso inadecuado del nombre sagrado; en segundo lugar, constatar posibles evidencias de que real y efectivamente hubo un tiempo en que era común el uso del nombre sagrado, así como la existencia de algunos textos que en alguna forma estimularan su uso; y en tercer lugar, constatar si efectivamente hay cierta evidencia bíblica de la existencia de una tradición tendente a evitar el uso o pronunciamiento del nombre sagrado (mediante alguna expresión sustitutiva) en los tiempos bíblicos mismos.

También extenderé mi análisis a la época intertesmentaria, o sea, la que va entre los dos testamentos, la inmediata época posterior a la redacción de los 39 libros del Tanaj, y la aparición de la primera literatura propia del NT. También consideraré cualquier evidencia dentro del Nuevo Testamento mismo.

La situación del nombre sagrado en la época mosaica (la Toráh o Pentateuco)

Específicamente dentro de los escritos atribuidos a Moisés encontramos algunos textos y principios que, muy probablemente y de una forma u otra, pueden estar en la raíz de la tradición que procuró evitar a todo costo la mención o pronunciamiento del sagrado nombre del Dios del Tanaj (el AT hebreo).

A continuación enumero dichos textos:

Éxodo 20.7 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.”

Deuteronomio 5.11 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.”

Observación: La palabra hebrea que se traduce “en vano” (tanto en Éxodo 20.7 como Deuteronomio 5.11) es “shavé” que significa: Nulidad, nada, vacío, inconsistencia, apariencia, irrealidad, engaño, falacia, mentira, simulacro, ficción, quimera (Diccionario bíblico hebreo-español, por Luís Alonso Schokel, 1994).

Por su parte, la Septuaginta tradujo a “shavé”, en ambos pasajes, con “mátaios” que significa “inútil”, “vano”.

En consecuencia, el principio del tercer mandamiento del decálogo es que se evite a todo costo, el uso, apelación o invocación del nombre de Dios (que es realmente una forma de involucrar su ser, su persona, su existencia y carácter), en situaciones que supongan la existencia del engaño, la mentira, la contradicción, y cualquier idea o acción que implique la presencia o intervención de elementos contrarios a su carácter, voluntad y propósitos.

Levítico 18.21 “Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.”

Levítico 19.12 “Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.”

Levítico 21.6 Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos”.

Levítico 24.11 “Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.”

Levítico 24.16 “Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.”

Pero también encontramos en el contexto de la Toráh misma o Pentateuco, una serie textos que testimonian el uso corriente del nombre sagrado, y que podrían tomarse como una especie de estímulo para su uso. Estos textos son:

Éxodo 33.19 “Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.”

Éxodo 34.5 “Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.”

Deuteronomio 28.10 “Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.”

Deuteronomio 32.3 “Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios.”

El empleo del sustantivo “shem” en lugar del tetragrama en la misma Toráh o Pentateuco

Consideremos los siguientes pasajes, específicamente de Levíticos

Levítico 18.21 “Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.”

Levítico 19.12 “Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.”

Levítico 21.6 Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos”.

Levítico 24.11 “Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.”

Levítico 24.16 “Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.”

Observación: En estos cinco pasajes lo que se ha traducido “el nombre” es la palabra hebrea “shem” que significa “nombre”. Ahora bien, se nota que sólo en el último pasaje, Levítico 24.16, es donde aparecen juntos el sustantivo “shem” y el tetragrama. Luego, esta asociación puede explicar el que se use sólo a “shem” para hacer referencia al tetragrama sin necesariamente incluirlo.

Finalmente, tengo que decir que de estos cinco pasajes, sólo en Levítico 24.11 se observa en el texto hebreo, que “shem” tiene artículo. Pues bien, la forma articulada es “ha-shem”. Esta forma sirve para explicar que en el contexto de la religión judía, incluyendo la corriente judío-mesiánica, no sea extraño referirse al Dios del Tanaj, al Dios del AT, al Dios de la Biblia en general, con la expresión “ha-shem”. Por ejemplo, en vez de decir “si Dios (o cualquiera de las posibles transliteraciones del tetragrama) lo permite, prefieren decir: “Si Hashem lo permite”, que “Hashem te bendiga”, etc.

En conclusión: 1) Hay en la Toráh o Pentateuco el rechazo y hasta la condena del uso inadecuado del nombre sagrado; 2) Hay en la Toráh o Pentateuco la evidencia del uso corriente del sagrado nombre; 3) Hay también la evidencia del empleo de una expresión sustitutiva (ha-shem) para hacer referencia al sagrado nombre, y sin mencionarlo.

La situación del nombre sagrado en los neviím (los profetas)

A diferencia de la Toráh o Pentateuco, lo cierto es que no encontramos en los Neviím (los profetas), la segunda sección de la Biblia hebrea, una disposición condenatoria respecto al uso inadecuado del nombre sagrado. No obstante, sí hallamos por lo menos un texto que evidencia una concordancia perfecta con el principio del decálogo y el de Levítico 24.16 (que demandaba la muerte del que blasfemaba u ofendía el nombre de Dios). Pero además encontramos en esta sección, en armonía con la Toráh o Pentateuco, evidencias del uso corriente del nombre sagrado. Consideremos los siguientes pasajes:

1 Samuel 17.45 “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.”

1 Samuel 20.42 “Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad.”

2 Samuel 6.2 “Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines.”

2 Samuel 6.18 “Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.”

1 Reyes 10.1 “Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles.”

1 Reyes 18.24 “Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.”

Isaías 3027 “He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume.”

Isaías 48.1 “Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, mas no en verdad ni en justicia.”

Isaías 50.10 “¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.”

Isaías 56.6 “Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto.”

Isaías 59.19 “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.”

Jeremías 3.17 “En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.”

Joel 2.26 “Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.”

Joel 2.32 “Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.”

Miqueas 4.5 “Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre.”

Sofonías 3.9 “En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento.

Sofonías 3.12 “Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová.”

Zacarías 13.3 “Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare.”

Una aclaración importante. Probablemente algunas personas se hayan sorprendido porque haya incluido como parte de esta sección de la Biblia hebrea, libros como los de Samuel, y Reyes. Lo cierto es que, como ya había advertido, hay ciertas diferencias entre la estructura, organización y clasificación de los libros en el Tanaj (el AT hebreo, la Biblia hebrea, etc.), y la estructura, organización y clasificación de los mismos libros del AT en nuestras versiones de Biblia. Nuestras versiones de la Biblia muestran una organización, clasificación y estructura más apegada a la Septuaginta (la versión griega del AT), que al Tanaj o AT hebreo.

Pues bien, la estructura y clasificación del Tanaj o AT hebreo, es:

1) Toráh o Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio.

2) Los profetas, pero con una subdivisión interna:

A) Los profetas primeros o anteriores: Josué, Jueces, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes

B) Los profetas posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amos, Abdias, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonias, Hageo, Zacarías y Malaquías

3) Los Ketuvím: Salmos, Job, Proverbios, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías, 1 Crónicas y 2 Crónicas

En conclusión: Hasta ahora no vemos en la segunda sección del Tanaj o AT hebreo (la de los Neviím o profetas), evidencia alguna de la tradición tendente a evitar el uso o pronunciamiento del sagrado nombre. Más bien observamos evidencias de un uso habitual del sagrado nombre, aunque también encontramos por lo menos un texto que es concordante con el principio de la Toráh o Pentateuco que condena con la muerte el uso indebido del nombre sagrado.

Esto texto es Zacarías 13.3 “Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare.” (Compárese Jeremías 14.15; 23.16, 26, 32; 27.15, 16; 29.21; Ezequiel 13.2, 16, 17).

La situación del nombre sagrado en los ketuvím (los escritos)

En la sección de los ketuvím, los escritos, encontramos la siguiente situación: En primer lugar, observamos por lo menos un texto que se hace eco del principio de la Toráh o Pentateuco, respecto a la condena del uso indebido del nombre sagrado; en segundo lugar, una serie de textos que ponen de manifiesto el uso habitual del sagrado nombre; en tercer lugar, no hay evidencia alguna de una tradición tendente a evitar el uso o pronunciamiento del nombre sagrado.

Pues bien, el único texto que se hace eco del principio de la Toráh que condena el uso indebido del nombre sagrado, es: “Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre” (Salmo 139.20)

Los textos de esta sección que confirman el uso habitual del sagrado nombre, y lo motivan, son:

Salmo 20.1 “Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.”

Salmo 20.5 “Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones.”

Salmo 69.30 “Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, Lo exaltaré con alabanza.”

Salmo 102.15 “Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, Y todos los reyes de la tierra tu gloria.”

Salmo 102.21 “Para que publique en Sion el nombre de Jehová, Y su alabanza en Jerusalén.”

Salmo 113.1 “Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová.”

Salmo 113.2 “Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre.”

Salmo 113.3 “Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová.”

Salmo 116.4 “Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma.”

Salmo 116.13 “Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová.”

Salmo 116.17 “Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová.”

Salmo 118.10 “Todas las naciones me rodearon; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.”

Salmo 118.11 “Me rodearon y me asediaron; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.”

Salmo 118.12 “Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.”

Salmo 118.26 “Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos.”

Salmo 122.4 “Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de Jehová.”

Salmo 124.8 “Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.”

Salmo 129.8 “Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre vosotros;

Os bendecimos en el nombre de Jehová.”

Salmo 135.1 “Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová.”

Salmo 148.5 “Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron creados.”

Salmo 148.13 “Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es enaltecido.

Su gloria es sobre tierra y cielos.”

Job 1.21 “Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.”

Proverbios 10.7 “La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá.”

Proverbios 18.10 “Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado.”

Proverbios 30.9 “No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?

O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”

Daniel 2.20 “Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.”

1 Crónicas 16.2 “Y cuando David acabó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová.”

2 Crónicas 18.15 “El rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre de Jehová que no me hables sino la verdad?”

Nehemías 9.5 “Y dijeron los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías: Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza.”

¡Hasta mañana si Dios nos lo permite!

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