domingo, 7 de noviembre de 2010

Papel de la mujer: hogar, sociedad e iglesia

Principios para una reinterpretación (Parte IV)

Dos relatos de creación y no uno

Aunque quizás muchos no lo hayan notado, ciertamente no hay un solo relato de la creación, sino dos. El primero lo encontramos en Génesis 1.1-2.3 (este corresponde a la llamada “tradición sacerdotal”, considerada la más reciente). El segundo relato lo encontramos en Génesis 2.4-25 (este corresponde a la llamada “tradición yahvista”, considerada la más antigua).

Generalmente es común encontrar a comentaristas bíblicos que tratan de minimizar las diferencias entre estos dos relatos y sus implicaciones para la teología bíblica. Sin embargo, un análisis profundo y serio del libro de Génesis y de estos dos relatos, deja ver matices importantes, y la manera en que cada relato ha servido para una teología posterior sustentada en ellos.

Lo cierto es que cada relato tiene su propia teología y persigue sus propios objetivos. Esto es algo que esperamos destacar en este trabajo. También la manera en que el mismo libro de Génesis y el resto de la Biblia se utilizaron ambos relatos.

El primer relato lo encontramos en Génesis 1.1-2.3. El segundo en Génesis 2.4-25. Sin embargo, tengo que decir que existe prácticamente un consenso entre los estudiosos y especialistas en el campo del Antiguo Testamento, en considerar el relato de la creación de Génesis 2.4-25 como el más antiguo, aunque en la forma final del libro de Génesis aparece como el segundo.

Desde este punto de vista, significaría que el relato de Génesis 1.1-2.3 constituiría una relectura, una reinterpretación, una adecuación y hasta corrección del relato de Génesis 2.4-25. Por razones de espacio, y los objetivos de este trabajo, me voy a concentrar en el análisis de la situación en que cada relato coloca a la mujer.

Para el relato de Génesis 1.1-2.3 el hombre y la mujer fueron creados en un mismo y único acto de creación (véase Génesis 1-26-28). Para el segundo relato el hombre (el varón) fue creado primero, y posteriormente la mujer (véase Génesis 2.18.23).

Eco y resonancia de los dos relatos de la creación en el resto del Génesis

¿Cuál relato tuvo mayor resonancia
? Un análisis detenido demuestra que ciertamente la idea dominante en todo el libro de Génesis es la perspectiva o punto de vista que comunica el primer relato de la creación, el de Génesis 1. Consideremos la evidencia:

Génesis 5: 1 - Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al ser humano (varón y hembra), a semejanza de Dios lo hizo.

Génesis 5:2 - Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.

Génesis 9:6 - El que derramare sangre de hombre (ser humano), por el hombre (ser humano) su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre (el ser humano).

La verdad es que no encontramos en el mismo libro de Génesis la confirmación o referencia alguna a la idea de que Dios hizo a la mujer con posterioridad a la creación del hombre o varón.

En conclusión, por la evidencia que nos da el libro mismo de Génesis, tenemos que concluir en que en el resto del mismo libro de Génesis, cuando se alude a la creación del hombre y la mujer, se hace referencia al la terminología y forma del relato de Génesis 1.1-2.3, y no al relato de Génesis 2-4-25.

En la próxima sección abordaremos las posibles referencias que podemos encontrar en el resto de la Biblia a los dos relatos de creación que nos proporciona el libro de Génesis.

Hasta mañana, con la ayuda de Dios.

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