Ahora bien, ¿en qué se basa esa actitud? Una de las razones es su desconocimiento de la historia de la Biblia misma, y del pueblo hebreo en que halla el cristianismo sus primeras raíces. La otra razón es la presunción de que la religión judía “bajó del cielo” y que nunca asimiló patrones, ritos, conceptos y algunas prácticas de los pueblos circunvecinos. Pero la verdad es todo lo contrario. Otra presunción es que también el cristianismo “bajó del cielo”. Y otra vez hay que decir que esto sencillamente no es cierto. Otra razón es la falta de consistencia, pues mientras que se procura detectar los elementos extraños al cristianismo, para su rechazo; por otro lado, se ignoran los elementos que aportan los evangelios de Mateo y Lucas por medio de sus relatos de “anunciación”, para ponderarla positivamente.
Con este ensayo no pretendo “lavarle el cerebro a nadie”, ese no es mi estilo, pero sí me he propuesto arrojar un poco más de luz sobre algunos aspectos o premisas, que entiendo merecen revisare o fundamentarse mejor. Este ensayo está escrito con un sentido crítico, nada conservador, y mucho menos fundamentalista. Por eso he hablado de “un análisis crítico, pero optimista”.
Comencemos, pues, nuestra aventura, planteándonos algunas preguntas de reflexión:
1) ¿Qué concepción tenemos de la Biblia Hebrea)? ¿Funda la Biblia Hebrea una nueva religión en el vacío, o más bien la crea pero “refundando”, “recreando”, “reformando”, y mostrando una asimilación y reinterpretación de la cultura cananea, mesopotámica, egipcia, babilónica, persa y griega? ¿Qué tan pura es la religión del AT?
2) ¿Es la Biblia Hebrea una obra básicamente postexílica o no? ¿Es la Biblia Hebrea, en su forma canónica actual, fruto de la “reacción” y “revisión” llevada a cabo con posterioridad al exilio babilónico, o no?
3) ¿Es el judaísmo como tal, como se conoció en el primer siglo de nuestra era, una religión postexílica o no? ¿No comporta el judaísmo una asimilación, alejamiento, crítica, revisión y transformación de la herencia cultural y religiosa cananea? ¿No muestra la religión del pueblo hebreo el anhelo de ser la superación de la herencia cultural y religiosa cananea?
4) ¿Transmite la Biblia Hebrea o no, una visión sesgada de la herencia cultural y religiosa de los pueblos cananeos?
5) ¿Qué concepción tenemos del Nuevo Testamento? ¿Funda el Nuevo Testamento una nueva religión en el vacío, o más bien la crea pero “refundando”, “recreando”, “reformando”, y mostrando una asimilación y reinterpretación de la cultura y religión hebrea con los matices que esta tenía para el primer siglo de nuestra era? ¿Qué tan pura es la religión del NT? ¿Qué tan pura era la religión judía en el primer siglo de nuestra era?
6) ¿Hace el NT o no, un uso indiscriminado del AT? ¿Supone o no, el NT, una peculiar lectura y reinterpretación del AT?
6) ¿No muestra y supone el cristianismo el anhelo de ser la superación de la religión del pueblo hebreo? ¿No pretende tener el cristianismo la mejor y correcta lectura e interpretación de la Biblia hebrea?
7) ¿No comporta el cristianismo una asimilación, alejamiento, crítica, revisión y transformación de la herencia cultural y religiosa del pueblo hebreo?
La historia universal nos dice que el pueblo hebreo tiene una historia reciente. Sus orígenes se ubican, comenzando con Abraham, alrededor del siglo XVIII antes de nuestra era. La conquista definitiva de Canaán y el asentamiento de los hebreos en dichas tierras se ubica más bien entre los siglos XIII y XII antes de nuestra era.
Sin embargo, a pesar de las pretensiones de los hebreos que demandan una historia antiquísima, la verdad es que hay pueblos muchos más antiguos que el pueblo hebreo. Por ejemplo, la historia universal reconoce la existencia de asentamientos humanos en la Mesopotamia para el año 6,000 antes de nuestra era (60 siglos).
La historia universal afirma que había pobladores en la India unos siete mil años (7, 000) años (siete milenios) antes de nuestra era.
La historia universal habla de un Egipto unificado para el año 2, 850 antes de nuestra era (29 siglos antes).
A la civilización china también se le sitúa entre cinco y seis mil años antes de nuestra era (seis y cinco milenios antes).
Traigo estos datos a colación para dejar por sentado que, posteriormente, vendría a ser el pueblo hebreo el que asimilara y reflejara algunos patrones y elementos de las culturas y religiones más antiguas y no al revés. Obviamente, de los pueblos con los que el pueblo hebreo tuvo mayor contacto e interacción en su historia, como los pueblos mesopotámicos, Egipto, los pueblo cananeos, Babilonia, Persia, etc.
¡Hasta mañana, con el favor de Dios!
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