A continuación menciono una serie de publicaciones (libros y estudios) que dejan ver las dificultades que existen en el protestantismo (y “protestantismo evangélico” como quizás preferían algunas y algunos) en lo relativo a la tremenda diversidad doctrinal y a la manera tan radical con que se asumen ciertas posturas en este campo o aspecto. Manos a la obra.
Con relación a ciertas doctrinas específicas (como el ejemplo, trinidad, sacramentos, predestinación, libre albedrío, etc.), un buen ejemplo es el libro titulado “Doctrinas que dividen” de Erwin Lutzer, publicado por Editorial Patmos, año 2001. Es preciso puntualizar que esta obra en ciertos aspectos va mucho más allá de la simple división doctrinal en la corriente protestante, pues analiza casos o situaciones que son más bien parte de la problemática doctrinal y teológica del cristianismo como tal.
Respecto al tema de las finanzas y cómo manejar el tema del diezmo y las ofrendas, el libro “¿A quién pertenece el dinero?" de John MacArthur es un buen ejemplo. Esta obra fue publicada por Editorial Patmos en el año 2009.
Con relación a las diversas posturas relativas a la manifestación del Espíritu Santo, los dones espirituales, el hablar en lenguas, la llenura del Espíritu Santo, y otros; el libro “Los carismáticos, una perspectiva doctrinal” (Una análisis de las diferencias doctrinales entre los carismáticos y no carismáticos) de John MacArthur es bastante ilustrativa. Esta obra fue publicada por Casa Bautista de Publicaciones en el año 1995.
Tocante a la escatología y las diversas opiniones que tienen lugar en el seno de la comunidad protestante y evangélica, voy a mencionar dos obras. La primera es “Diccionario de Teología Premilenarista” publicado por Editorial Patmos, teniendo como redactor general a Mal Clouch, con la participación de más de cincuenta (50) contribuyentes. La quinta edición de esta obra se publicó en el año 2003.
La segunda obra que quiero mencionar en esta categoría se titula “Tres puntos de vista del milenio y el más allá”. Esta obra tiene como editor general al Darrel L. Bock, y cuenta con la contribución de Craig A. Blaising (Premilenialismo); Keneth L. Gentry Jr. (Posmilenialismo); y Robert B. Strimple (Amilenialismo). Fue publicada por Editorial Vida en el año 2004.
En lo relativo específicamente a los dones de milagros, es interesante el resumen que plantea el libro “Son vigentes los dones milagrosos, cuatro puntos de vista”. Esta obra fue publicada por Editorial CLIE en el año 2004. Tiene como editor general a Wayne A. Grudem. Los contribuyentes son: Richard B Gaffin r. (La postura cesacionista); Robert L. Saucy (La postura abierta, pero cautelosa); C. Samuel Storms (La postura de la tercera ola); y Douglas A. Oss (La postura pentecostal carismática).
Respecto al tema de la participación de la mujer en el ministerio y de las posibilidades o no, de lo legítimo o no de su ordenación, tenemos como ejemplo el libro “Mujeres en el ministerio, cuatro puntos de vista”. Esta obra fue publicada por Editorial CLIE en el año 2005. Tiene como editores a Bonnidell Clouse y Robert G. Clouse. Este libro cuenta con la contribución de las siguientes personas: Robert D. Culver (Una postura tradicionalista: las mujeres guarden silencio); Susan T. Fob (Una postura en pro del liderazgo masculino: La cabeza de la mujer es el hombre); Walter L. Liefeld (Una postura en pro del ministerio plural: vuestros hijos e hijas profetizarán); Alvera Mickelsen (Una postura en pro de la igualdad: en Cristo, no hay hombre ni mujer).
Con relación a ciertos tipos de liderazgo eclesial y su relación con el resto de la feligresía, así como con los abusos que se producen en esta área, un libro muy interesante es “Escrituras torcidas, liberándose de las iglesias que abusan”. Esta obra tiene como autora a Mary Alice Chrnalogar. Fue publicada por Editorial Vida en el año 2006.
Ahora bien, lo interesante de todo esto es que la Biblia está en el centro de todas estas discusiones y, los seguidores de cada postura doctrinal y teológica apelan a la Biblia para fundamentar sus opciones y preferencias doctrinales. Mi pregunta, entonces, es la siguiente: ¿cómo es posible seguir insistiendo y presumiendo del famoso lema de la Reforma Protestante, el de “Sola Escritura”? ¿Es que es tan difícil percibir lo ilusorio de este concepto en la práctica?
Esta diversidad y problemática doctrinal pone de manifiesto el hecho de que en la interpretación bíblica y la elaboración teológica hay muchas más cosas (factores) envueltas e implicadas, que sólo fe, oración y textos bíblicos (la Escritura).
En conclusión, la tremenda diversidad doctrinal que manifiesta el cristianismo protestante, es la principal evidencia de lo inaplicable del lema “Sola Escritura” y, por otro lado, la real, efectiva y manifiesta existencia de muchísimos magisterios eclesiásticos a lo interno del protestantismo, aunque haya resistencia a admitir esta realidad.
Concluyo reconociendo que de seguro otras personas podrán agregar algunas obras más que también pueden ayudarnos a comprender mejor la problemática que caracteriza y confronta al cristianismo protestante en lo que a doctrina (creencia y práctica) se refiere.
Continuaremos mañana, Bendiciones!
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