El surgimiento del calificativo “cristiano”
¿En qué ambiente surgió en nombre de “cristianos” para los seguidores de Jesús? ¿Judío o gentil? Respuesta: Gentil. Fue en Antioquía de Siria, una ciudad situada a unos 500 kilómetros al norte de Jerusalén (al suroeste de Turquía) (Hechos 11:26). El nombre cristiano, que en su origen haya sido peyorativo o no, surge en un ambiente gentil.
Se discute sobre la fecha en que se originó el nombre “cristiano”. Hay los que sugieren que fue alrededor de los años 40; otros que alrededor de los años 50. Lo que se da por seguro es que para la década del 60 debía estar establecido, pues por Hechos 26.28 sabemos que Herodes Agripa II lo utilizó. La verdad es que esta discusión debe dejarse como algo sin una solución definitiva. De todos modos, algo que me llama la atención es que esta palabra no formó parte del vocabulario[1] del apóstol Pablo, por lo menos, por lo que sabemos a través de los escritos canónicos que se han conservado de él o que se le atribuyen a él.
El surgimiento del calificativo “católico”
La palabra “católico” viene de la palabra griega katholikós (kaqolikov~) que significa “universal”. El primer testimonio en la literatura cristiana del uso de la palabra “católico”, se encuentra en la carta que le dirigió Ignacio de Antioquía a la iglesia de Esmirna a finales del siglo I de la era común. En dicha carta, Ignacio de Antioquía usa la expresión kaqolikhv ejkklesiva (katholiké ekklesía). Respecto a la interpretación de dicha frase, el teólogo e historiador Ramón Trevijano afirma: “Ha sido interpretada en sentido espacial, como “universal”, por la contraposición que traza el texto entre la iglesia del obispo[2] (la particular) y la iglesia de Cristo (la universal)” (página 40)[3].
Otra obra de los llamados “Padres Apostólicos” que también usa la expresión kaqolikhv ejkklesiva (katholiké ekklesía), es el llamado “Martirio de Policarpo.
Ahora bien, algo que ha sido y es objeto de debates entre los especialistas en la historia de la iglesia y el cristianismo es si Ignacio de Antioquía llegó a plantear o sugerir el primado de la iglesia de Roma. En primer lugar, consideremos la opinión del historiador católico Domingo Ramos Lissón: “Una significación especial tiene para él la Iglesia de Roma por ser “la que preside en la caridad”, expresión que encierra reminiscencias joánicas de la colación del primado a Pedro, y que si duda, está connotando el reconocimiento del primado de la Iglesia de Roma” (página 73)[4].
Ahora consideremos la opinión de un historiador protestante, a saber, César Vidal Manzanares: “Parece evidente que dentro de la comunión de las Iglesias, la de Roma tiene para Ignacio un valor especial, pero es discutible –como sostiene Quasten- que en sus escritos esté ya presente la ideas de primado, y así lo han apuntado entre otros, A. von Harnack, J. Thiele y A. Erhard” (página 120)[5].
Finalmente, quiero concluir esta sección con las siguientes palabras: “La palabra “catolicismo” se remonta históricamente a la época de la confesionalización. Algunos autores de la Reforma de los Países Bajos designaron con la palabra “catolicismo” a los antiguos creyentes que habían permanecido fieles al papado, aunque este uso del lenguaje sólo fue asumido por los católicos de forma lenta y vacilante. Sólo cuando la Ilustración reunió a todas las Iglesias y doctrinas de la Reforma bajo el término abstracto de “protestantismo”, la expresión más antigua “catolicismo” adquirió mayor difusión como concepto correlativo y opuesto [6]”
El surgimiento del calificativo “protestante”
La mayoría de los especialistas en la historia del cristianismo y de la iglesia establecen que si bien hubo iniciativas de reforma antes del 1517, no fue hasta el 31 de octubre de 1517 cuando se inició definitivamente el movimiento que posteriormente se conocería con el nombre de “Reforma Protestante”.
Sin embargo, el origen del nombre “protestantes” no surge sino para el 1529, es decir, uno doce años después de que Martín Lutero clavara sus famosas 95 tesis en la puerta de la universidad de Wittenberg, Alemania. Podemos afirmar que ciertamente no es probable que al principio Martín Lutero pensara salir de la iglesia, sino simplemente rectificar algunos aspectos de la misma.
Finalmente, para clausurar este punto, voy a citar lo que afirma Wikipedia[7], la enciclopedia libre también disponible en la Internet: “En 1529, Carlos V convoca una Dieta en la ciudad de Spira y en ella intenta convencer a los nobles que se han convertido al luteranismo, para que se sometan a la autoridad del Papa, pero los príncipes y señores luteranos se niegan y protestan en la convocatoria de la Dieta, y a causa de esta protesta los católicos comenzarán a llamarlos con el nombre de Protestantes.”[8]
[1] La palabra “cristiano” sólo la encontramos tres veces en el NT, a saber: en Hechos 26.28 y 1 Pedro 4.16 (en singular). Y una vez en plural: en Hechos 11.26.
[2] Esta distinción se comprende cuando se conoce el valor que Ignacio de Antioquía le concede al obispo. Ignacio relativiza los sacramentos al afirmar que estos no se pueden llevar acabo sin la presencia del obispo. Tanto valor le concedía al obispo que pensaba que, como sostiene el historiador protestante César Vidal Manzanares, estar en comunión con el obispo equivalía a verse salvo del error y de la herejía (Diccionario de Patrística, editorial Verbo Divino, España, 1999).
[3] Trevijano, Ramón. (2004). Patrología. España: Biblioteca de Autores Cristianos.
[4] Ramos Lissón, Domingo. (2005). Patrología. España: Eunsa.
[5] Vidal Manzanares, César. (1999). Diccionario de Patrística. España: Verbo Divino.
[6] Kasper, Walter, director. (2005). Diccionario enciclopédico de historia de la iglesia (dos tomos). España: Herder.
[7] Igual opinión encontramos en el Diccionario enciclopédico de historia de la iglesia, publicado por la Editorial Herder, año 2005, dos tomos, basado en el Lexicon fur Theologie und Kirche, tercera edición, artículo “Protestantismo”.
WOW!
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